Mi última época E.G.B.
Seguí teniendo ganas de aprender y de descubrir cosas
nuevas y cada examen que realizaba era un reto para
forzarme cada vez más y proseguir con más
ganas y empuje.
Cuando
llegue a la enseñanza secundaria que correspondía a los cursos
6º,7º y 8º EGB, situados en la primera planta del centro, había
que subir unas escaleras suspendidas, el centro valoró la
posibilidad de que yo estudiase por mi cuenta en la planta baja o
incluso en mi casa, pero si hubiera estudiado así de esta manera,
muchas explicaciones que dieran los maestros a mis compis no me las
darían a mí, se perderían en el camino y no me iba a enterar de
muchas cosas, hubiera tenido que aprender por mi cuenta y el
aprendizaje sería más lento y costoso y además de esto, no me
iba a interrelacionar con los demás compañeros.
Ante
esta situación decidimos subir estas escalinatas todos los días,
durante los tres años. Por no subir ni bajar tantas veces, ya que
también tenía clase por la tarde, acordemos con la dirección del
centro que podría quedarme a comer en las aulas, así lo hicimos, mi
madre o mi hermana, según los días que podría una u otra, me
traían la comida de casa y hacia mis necesidades en un cubo de
fregar. ¿sabéis
como subía la escalera? pues mi hermana o mi madre se ponían detrás
de mí y yo levantaba una pierna y luego la otra pierna, ascendía en
uno a uno a aquellos peldaños día tras día y ellas (mi madre o
mi hermana) detrás de mi aguantándome y empujándome para subir el
otro escalón de aquella escalera que en aquella época se me
presentaba como interminable.
El
dilema: no hay límites hay voluntad se
había convertido en un lema para mí, y una actitud de vida muy
arraigada en mi personalidad.
Al
acabar 8º curso de E.G.B.
como yo quería seguir estudiando y quería
acceder a la universidad, y otra vez más dio resultado mi tenacidad
y mi gran motivación, me puse a buscar por toda Valencia un
instituto accesible.
Quería
estudiar Bachillerato y COU. En esta época encontré solo un
instituto accesible a la silla de ruedas.
que quedaba en planta baja y era bastante
accesible, este instituto se conocía con el nombre de INBAD
(Instituto Nacional de Bachiller a Distancia) que en un principio
estaba en el centro de Valencia, y luego más tarde, se instaló en
la calle de la Casa de la Misericordia. En la primera ubicación
acudía a clase en taxi, un conocido taxista de la familia me hizo un
precio especial porque lo iba a precisar su servicio muy a menudo, en
el segundo lugar acudía al instituto en el autobús especial de la
EMT para personas con movilidad reducida.
En
este instituto tenía la norma de asistir dos veces a la semana a
clases presenciales y los demás días estudiaba en casa, en estos
días que no iba a clase, venían a casa voluntarios de una
organización que se llamaba y se llama Auxilia, para darme clases de
apoyo.
A
parte del servicio de clase de apoyo, Auxilia te ofrecía otro tipo
de servicio como tiempo libre. En el tiempo libre programaban
salidas periódicamente donde íbamos a tomar algo, a ver fallas... y
el verano preparaban colonias (viajes) de unos días; íbamos a
Barcelona, a Palma de Mallorca
un grupo de personas conocidas. Estos
viajes nos proporcionaban un respiro familiar. Era una oportunidad
para salir de la influencia de los lazos protectores de los padres y
del ambiente familiar en general; yo sentía una cierta libertad y un
nuevo aire con un ligero matiz de independencia.
Estos viajes me dieron la oportunidad de conocer
personas con diagnósticos similares, Éramos un grupo de personas
más o menos de las mismas edades que estábamos pasando por
situaciones parecidas con opiniones afines a las mías, y además de
pasarlo muy bien juntas, compartíamos muestras experiencias de vida
y nos dábamos apoyo mutuo.
“No existen límites, llegarás hasta donde
quieras y te propongas, solo hay voluntad y tenacidad”.
“Con eso quiero decir que yo no me planteo que metas puedo alcanzar o las que no puedo
conseguir debido a la PCI (Parálisis Cerebral Infantil); sino que pienso en lo que quiero hacer,
busco los medios adecuados y me pongo en marcha para obtener mi
objetivo propuesto”
… Y HASTA AQUÍ LA TERCERA ENTREGA DE MI EXPERIENCIA
DE VIDA
HASTA PRONTO
Rosa Zaballos


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