No quiero tu lástima, deseo que se cumpla la ley
Quisiera comenzar este
articulo explicando que es la parálisis cerebral. Consiste en una
alteración neurológica, que afecta al sistema nervioso central, se
produce en el momento del parto, o durante los seis primeros años de
vida. En la mayoría de los casos, la lesión cerebral es
consecuencia de un déficit de oxígeno, las secuelas pueden ser muy
variadas, tanto a nivel motriz, como del habla, el oído, la visión
y otras muchas más. También varía mucho el grado de afectación,
en cada caso, de tal manera que existen personas que andan con más
dificultad que otras. Algunas no pueden desplazarse por sí mismas y
necesitan productos de apoyo como sillas de ruedas eléctricas, o
manuales, muletas, andadores… Unas presentan alteraciones en la
visión, o del lenguaje y otras en ambos. Al tratarse de una lesión
cerebral puede afectar, a quien nace con ella, de muchas formas, en
diferentes grados, tanto es así, que no existen dos parálisis
cerebrales exactamente iguales.
Tras esta breve
introducción, quiero hacer hincapié en que existen los denominados
derechos humanos, aquellos a los que todas las personas, sin importar
el color de piel, sexo, lugar de origen y por supuesto el hecho de
tener diversidad funcional, o no, deberíamos tener acceso, por el
mero hecho de ser seres humanos, sin que hubiera necesidad de que
nadie tenga que garantizar, que se cumplan. Sin embargo, ciertos
derechos universales se incumplen de forma sistemática en países,
supuestamente avanzados, como España. A día de hoy, en nuestro
país, sigue sin adecuar el acceso a edificios públicos y privados,
para que cualquier persona, independientemente de si tiene movilidad
reducida, pueda entrar o salir de un lugar sin tener que depender de
la ayuda de otras personas para realizar esta acción tan cotidiana
para muchas, pero, que para quienes usamos muletas, andadores, sillas
de ruedas eléctricas o manuales, algo tan sencillo, tan fundamental,
puede resultar toda una aventura.
Te preguntaras, ¿por qué
ocurre esto?, la respuesta es simple, sucede porque existe una ley
de accesibilidad universal cuya fecha tope para su cumplimento, era
el 4 de Diciembre de 2017, que hasta la fecha sigue sin hacerse
efectiva, al cien por cien, ya que existen “rampas asesinas”,
absolutamente inverosímiles, edificios sin ascensor o aceras sin
rebajes. España se empeña en no ceñirse a la ley y de paso en
vulnerar, una vez más, los derechos de las personas con diversidad
funcional, ya que todas deberíamos poder movernos libremente de
manera independiente por nuestro país.
Accesibilidad universal
¿Es razonable que no
existan ascensores en algunas comunidades de propietarios, solamente,
porque algunos se niegan a la idea de colocarlo?, en lugar de pensar
que se instala por el bien común, que redunda en beneficio de todos
los inquilinos. Sin embargo, algo tan simple se convierte en
imprescindible para posibilitar y facilitar nuestra movilidad porque
nadie, que no se haya visto nunca en una situación de gran
dependencia, se puede imaginar lo que supone para la vida diaria de
una persona no poder salir o entrar libremente de tu casa, sin la
ayuda de otra persona, que tenga incluso que llegar a extremos de
cogerte en brazos, para bajar o subir interminables tramos de
escaleras.
Seguro qué llegados a
este punto te estás preguntando ¿porque ocurre todo esto? En mi
opinión, influyen diversos factores para que la ley de accesibilidad
esté siendo vulnerada de manera constante, algunos de ellos son
sociales, ya que, valores tan fundamentales como la empatía, la
sensibilidad ante las injusticias, se están extinguiendo. Estamos
perdiendo una de las más grandes facultades que tenemos como seres
humanos, ponernos en el lugar del otro o rebelarnos contra aquello
que no nos parece justo.
Por otro lado existen
factores económicos, por ejemplo, colocar un ascensor suele ser algo
bastante caro, por lo que solemos encontrarnos con personas que
deciden prescindir de éste servicio, ya que el actual sistema de
subvenciones en España, suele obligar a adelantar previamente el
dinero para después la administración reservarse el derecho de
decidir si te otorga dicha subvención y por qué importe.
Empatiza, porque la
parálisis cerebral no nos define, no somos pobrecitos, ni angelitos,
ni especiales. No quiero tu lástima, solo que se cumpla la ley.
Así que no me toques las ruedas y cúmplela. Recuerda que, el 71 por
ciento de las denuncias formuladas por las personas con discapacidad
son por falta de una accesibilidad, que debería ser universal, para
todas las personas.
Por Sabrina Balén
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