La mirada, lo ilimitado y la fuerza interior
… Y el mundo se quedó en silencio... un silencio suave, tranquilo, sin prisa para volver a arrancar.
En verdad, diría que la tierra no tenía ninguna prisa, más bien éramos nosotros... más bien yo, con la inercia del ruido mental, pero, en observación.
Tanto silencio hace que el interior se escuche más.
tanto silencio y sin poder salir, hace que las limitaciones se sientan más.
Tanto silencio despertó mi mirada hacia la armonía que se respiraba en mi balcón de avenida, siempre atestada de tráfico y ahora con espacio para el canto de pajaritos.
Tanto silencio hizo que el trafico de ideas en mi cabeza se escuchase con altavoces.
Que el ruido interior fuese implacable igual que la sensación profunda de frontera.
¿Reconoces este estado?
Un aturullo de ideas que configuran pequeños cortos, que además no suelen tener estilo de comedia, sino más bien van por el drama, la intriga o la fantasía más pastosa. En estos cortos mentales no queda nadie vivo… ni el apuntador…
¿Y si por fin pudiésemos parar nuestra mente como paró el mundo?
Esa mirada tranquila que se extendía por las calles vacías y en paz, enviada al interior podría ahondar hasta llegar a lo más profundo, encontrándose con lo ilimitado del ser.
Es la hora de hacer el trabajo, de superar el miedo y dar ese salto al vacío.
Nuestra vida, la de cada uno, nos pide esa conexión para generar nuevas estructuras que nos permitan mirar con nuevos ojos. Todos hemos cambiado con esta experiencia y como todo cambio, implica una muerte interior y un renacer.
- Reconstruyamos con dirección clara, con libertad, amor y respeto a quienes somos. Ya nos conocemos un poquito más.
- Cultivemos nuestra fuerza interior, es necesaria para sostenernos sabiendo que merece la pena.
- Sintamos que somos valiosos, que pertenecemos a esta tierra.
- Reconozcamos qué patrones nos manejan y generemos cambios.El antiguo sistema ha muerto.
- Aceptemos todo lo que esto implica.
- Confiemos en que somos apoyados, esta es una tarea que requiere perseverancia.
- Descansemos cuando lo necesitemos para levantarnos presentes y conscientes de quienes somos.
Cambiando nuestro interior cambia lo que nos rodea.
ANNA DEVICIENTI
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