El desconocido




En la tercera etapa de meta llevamos al corazón a un desconocido, alguien útil para nosotros, al que vemos, sin mirarlo, cada día. 

El que te vende el pan, la cajera de MERCADONA, ese poli de barrio, el que, a veces, tiene un aire distraído. Imagina sus vidas, sus miedos, sus anhelos. Tal vez, no sean tan diferentes a los tuyos.

Trata de conectar con la humanidad compartida y no te frustres, si no lo consigues a la primera. Recuerda que estás cultivando una actitud abierta. Y, como todo cultivo, requiere tiempo y cuidados.

Suerte, y al toro, valientes.






David Giménez Torres



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